martes, 18 de diciembre de 2012

Y EL DRAMA LLEGÓ (Y SE FUE)

Ahora que ya puedo respirar con normalidad, ahora que los nuevos vientos de Panamá me han sosegado, ahora que la luz del sol brilla de nuevo y la veo... ahora ya puedo contar que en Costa Rica me robaron todo. Y todo es todo lo más importante... el ordenador, la cámara, el equipo de sonido que me trajo el gran señor LaOnda, un ebook, el móvil, el pasaporte y lo más doloroso (bueno, lo único realmente): el disco duro en el que  almacenaba todas las fotos, los vídeos y, tristemente, las entrevistas que había realizado ya para el viejo proyecto de siempre... todos los recuerdos desde Alaska hasta Costa Rica.
La culpa del robo, obviamente, fue mía. Viajaba en un bus dirección al parque nacional Tortuguero y, saltándome todas las reglas no escritas del viajero, coloqué mi bolsa (mi vida) en el portaequipajes, sobre mi cabeza. El bus, en teoría, no paraba hasta Cariari... en la práctica, se detuvo en mil sitios. Solo una de esas paradas bastó para que una bellísima persona (al cual le deseo que en su futura vida conozca todas las modalidades del sufrimiento) aprovechara que yo estuviera distraído para coger la bolsa y desaparecer. Podéis imaginar mi cara y mi corazón en el momento en el que llego a mi destino, me pongo de pie para bajarme e intento agarrar la mochila... a pesar de que mis ojos veían claramente que allí no había nada, mis manos se metían en el el portaequipajes, buscando en ese espacio vacío lo que ya no estaba ni iba a volver, removiendo el aire sin llegar a creer lo que claramente me advertía el fuego que comenzaba a quemarme por dentro. Fueron momentos críticos en los que cuesta asumir la evidencia de que te han jodido... y bien.
Un consejo: hay que hacer siempre caso a esa especie de alarma interna, a ese sutil sentido que nos advierte con pensamientos inverosímiles cuando aún estamos a tiempo y pensamos que son eso, inverosímiles. Juro que en estos casi 7 meses que llevo de viaje jamás había pensado en ser robado con tanta intensidad como cuando me monté en ese bus. De hecho, mientras avanzaba hacia Tortuguero, pensé que lo único importante que llevaba era el disco duro. Todo lo demás era cuestión de dinero, todo reemplazable. Pensé que debería de llevar siempre ese pequeño aparato en un bolsillo del pantalón, de la misma manera de la que no me separo nunca de la cartera con los dineritos y las tarjetas... pensé, solo pensé. Los asientos del bus eran de la medida centroamericana, es decir, estrechos, así que en el momento de decidir entre colocar la mochila en mis pies o subirla al portaequipajes, pesó más el miedo a estropear el ordenador, o la cámara... ese momento en el que  tomé la fatal decisión ha vuelto mil veces a mi memoria y los primeros días intentaba, seriamente lo digo, rebobinar.
También es cierto que después de haber cruzado países como México, Honduras o Nicaragua, en los que teóricamente casi te han de matar y en los que no me había pasado absolutamente nada, pues uno avanza más confiado. Pero está claro que Costa Rica no ha salido buena, al menos para mí. Ya debería de haber aprendido algo al comprobar de qué manera las casas en San José están fortificadas y valladas aparatosamente, sin dejar resquicio alguno para un posible ladrón. Esto da una idea del miedo general que se percibe en el ambiente. Y también da una idea de cómo es posible que un país en el que la gente gana de media 300 o 400 euros pueda resistir unos elevadísimos precios que rozan la locura, a la altura de Francia o Inglaterra. Cuando fui de nuevo a comprar unos candados en San José, el ferrretero, un tipo orondo y conversador, me explicó brevemente que la excelente campaña de marketing internacional que atrae a millones de turistas también funciona internamente... "aquí somos "pausados", quizá en otros lugares la gente se rebela, pero el gobierno nos ha hecho creer que este es el país en el que la gente es más feliz... ¡y nos lo hemos creído!
Aunque es fácil observar, y más si vienes desde México, que una de las muestras más evidentes de felicidad es la sonrisa nacional bruta, algo que no se compra ni se estudia, algo que se tiene o no se tiene. Es algo intangible que se descubre rápidamente por el porte de las personas, por el cariño que desprenden cuando se dirigen a otros, conocidos o no, por la música arrolladora de unas palabras que siempre acaban en una que abraza cariñosamente al otro... al otro, exactamente, porque esa sonrisa siempre actúa saludablemente sobre el que es su dueño, pero el que la agradece es el otro. Y viajando, cruzando países de esta manera, es cuestión de muy poco tiempo saber en qué terreno te encuentras. En estos países "sonrientes" que he cruzado las miserias son muchas, pero el brillo de los ojos de esa mirada directa, limpia y sin miedo siempre es el mismo. Y de esos, por ahora, Guatemala ocupa el podio. Y Costa Rica no es la segunda.
Sin embargo, el día de antes del día D, había conocido y entrevistado a Álvaro Muñoz, un arquitecto jubilado de 74 años, costarricense de San José. Esta maravilla de persona, entre otras muchas cosas interesantes, me dijo palabras que ya he hecho mías. Me comentó, al hilo de su propia vida, que las cosas suceden y, aunque nunca lleguemos a saber porqué ni cómo, estos cambios se convierten en beneficios, en nuevos caminos inesperados que uno debe de emprender.
Quizá todos hayáis perdido algo importante y sepáis de qué hablo, pero ahora, ya curado de esta gran herida, me doy cuenta de que todo lo que consideramos imprescindinble en la vida es cuestión de perderlo para darte cuenta de que era prescindible. Aceptar es el reto. Y yo, con esta minucia, creo haber aprendido algo más acerca de la vida, del "eterno camino de la pérdida", tal y como la definió otra gran persona que conocí en San Cristóbal de las Casas, Luis, jardinero y escultor de jade, 72 años, lúcido vocacional. La entrevista de la que me sentía más orgulloso, uno de los instantes más intensos de mi viaje. Lo siento también por él, le hubiera encantado verse enhebrado en todo esto.
Y como he aprendido algo y he evolucionado como persona en estos 6 días, al pedazo de cabrón que me robó ya no le deseo todo eso del sufrimiento y tal, ahora con que se muera ya es suficiente. Una muerte lenta, y dolorosa a poder ser, pero efectiva...
Y hablando de ladrones, paso a contaros la experiencia de intentar recuperar algo de lo robado en esos lugares prohibidos... y peligrosos.
Volví al lugar del crimen al día siguiente, después de haber pasado una noche en Tortuguero, el mejor lugar que he visitado de Costa Rica, un parque nacional enclavado en la selva costera del caribe al que solo se llega en avión o en barca. Así llegué yo, a lomos de una barca que se asemejaba a una flecha, larga y delgada, bajando velozmente las aguas rojas de un río en el que se reflejaba la muralla de selva que lo cercaba y en el que varios cocodrilos se soleaban en sus orillas sobre los árboles caidos por el paso del tiempo. Había decidido dejar pasar un día para darle tiempo a Julián (al ladrón le llamaremos Julián, mejor que insultar al pobrecico cada vez que lo mente) a ir a vender todo lo mío. Un guía me dijo el lugar al que debía de ir... le decían "donde El Pana", un nombrecito que ya prometía. Preguntando preguntando, y entre varias miradas de desconfianza más que amenazadoras, llegué al tugurio del Pana. Era una mole de 180 kilos que se asemejaba bastante a los elefantes marinos que vi en California. Estaba completamente protegido por unas rejas que lo separaban del mundo, incluso creo que del aire. Tras aquellas verjas en las que se hacinaban objetos robados de todas clases, todo era aceitoso y oscuro. Le pregunté si tenía algo que le hubiera aparecido en las últimas 24 horas, que pagaría lo que fuera por un disco duro... el Pana me miró... negro, le dije, y cuadrado (gesticulé con las manos, dibujé un cuadrado)... y creo que ni abrió la boca para decir que no... por un momento había creído en los milagros, pero gracias al puto Pana volví a la realidad del no creyente. Aún así, le dejé escrito mi mail por si aparecía algo... supongo que aún se debe de estar riendo... si puede.
Una mente lúcida, el teniente Delroy Martinez de Tortuguero, y el que por sí solo merece un capítulo aparte que no toca hoy, me dijo que probablemente Julián habría ido a vender todo lo mío a San José, ya que normalmente, según su experiencia, estos tipos no vendían donde solían trabajar, además de que en la capital pasaban más desapercibidos y el mercado era más grande. Y doy fe de que así era. El mercado negro en San José, corroborado por todos los policías a los que pregunté, gira en torno a una tienda de compra venta cuyo nombre no deja lugar a dudas acerca del origen de sus quehaceres: La Cueva. Y todo lo que hay a su alrededor funciona, tanto por disposición de las tiendas como por funcionamiento, a imagen y semejanza de un mercado tradicional, nada más que en este caso todo lo que se oferta ha sido robado. Fue muy curioso. Abundaban, como es lógico, ordenadores, cámaras de fotos, de vídeo, relojes, móviles, USB y todo tipo de aparatos que me hicieron pensar, por un momento, que todo aquello tuvo un dueño como yo al que un buen día otro Julián como el mío le había amargado. Me sentí acompañado en la desdicha. Conforme iba de tienda en tienda y las respuestas negativas se sucedían, ya vi que aquello iba a ser imposible. Además, aunque no parezca gringo, tampoco parezco costarricense (los ticos son más como el Fresa), así que todos los vendedores de Alí Babá me miraban pensando en su interior: "mira, otro turista idiota al que le han sacado la chucha en busca de un milagro".  Obviamente, los milagros no suceden, y menos con tan poco tiempo transcurrido.  Quizá todo lo mío emerja en esas tiendas dentro de 1 o 2 meses, aunque, como me dijo uno de los mercaderes, formateado y borrado todo rastro de los recuerdos de su dueño anterior.
Así que, tras recorrer La Cueva y alrededores y descubrir la cara oculta y sucia de la ya de por sí horrible ciudad de San José, me volví al hostel resuelto a salir de una vez de aquél país al que creo que no volveré nunca, a no ser que me llame Julián para decirme que se ha arrepentido... o para darle el tiro de gracia, cualquier opción es válida.
Y ahora estoy en Panamá City, por contraste una de las capitales de centroamérica más atractivas que he visitado. El casco viejo, donde nació la segunda ciudad una vez desalojaron el primer emplazamiento tras ser saqueada y quemada por el pirata galés Henry Morgan, se parece demasiado a lo mejor de la depravada y decadente Habana Vieja. Las imágenes son las mismas, los colores, hermanos. Y justo enfrente, coronando la bahía, una multitud de rascacielos avisan de la riqueza del país desde que se convirtió en uno de los primeros paraísos fiscales y, más recientemente, desde 1999, año en el que los americanos entregaron a Panamá el control del canal, de los cuantiosos peajes que se les cobra a los barcos por cruzar esa vía de agua de 80 kilómetros de longitud que ha hecho al mundo un poco más pequeño.
A esta ciudad se la conoce como la Miami del sur por varias similitudes, entre ellas la imagen que proyecta la ciudad y la de sus propios habitantes, encantados de pertenecer al "american way of life".
Tanto Costa Rica como Panamá son "sucursales" de USA, pero me da la impresión que el país de los ticos es utilizado como descanso y recreo mientras que en Panamá los gringos han venido a hacer dinero... a su manera.
Creo que esto es todo... estoy a la espera de que el señor LaOnda me confirme algo de la nueva cámara que me voy a comprar, ya que Panamá vende todos estos productos libre de impuestos y son algo más baratos que en los países que la rodean... al menos Julián tuvo este detalle.
Bueno, niños y niñas, un besazo bien gordo a todos, escribirme mucho y que sepáis que ya estoy vivo de nuevo... me espera Sudamérica, el Amazonas... emoción tengo ya por los adentros!

9 comentarios:

  1. Muy bien tonto! Esta vez me ha gustado tu relato, me he reido y veo que estas mucho mejor de tu empanadura. Mira que dejarte robar, después de haber sido la pesadilla del Corte Ingles, despues de habete criado en La Florida y tener un doctorado en Can Serra. !Que confiado¿. Mejor será que recuerdes durante todo el viaje que te queda, quien eres y donde esstás. por muy buenos que parezcan y que sean, tu no dejas e ser para ellos un gringo de viaje.

    Tu lo has dicho, no tiene solución, por consiguiente, página nueva y a disfrutar.

    Firma un amigo que te añorará esta navidad.

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  2. enano, enano, enano............ como puede ser, despues de 7 meses deambulando por el mundo viendo de todo y casi de todos los colores .... en un triste bus y delante de tus propias narices te roban todo .
    Piensa en la grandiosidad que te espera en Sudamerica ( Rio de Janeiro - Perito Moreno - La gran Buenos Aires - Amazonas - Canaima , etc. ) bien vale la pena.
    Ahora no te dejes engañar por cualquiera que se te acerque con aires acaramelados, puedes ser su proxima victima.
    El proximo 22 DICIEMBRE = PURETA DE NAVIDAD = BRINDAREMOS POR TI

    Un besazo fuerte y rema pero con cuatrocientos ojos.

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  3. Respuestas
    1. Solo una pregunta:
      ¿Tu perrilla se ha muerto ya ?

      Hola geennnnn... ya ves con el julianico, el ioputa me lajugao...
      Bueno, te escribo a ti pero estas palabras son para todos los que os vais a juntar el 22 en el pureta.
      Lo primero es que ojalá nos toque la lotería en el miguel o nuri (supongo que tú habrás comprado, perro catalán)y así podáis venir todos a pasar la nochevieja a Cali... desde el 25 de diciembre hasta final de año es la Feria de Cali, mira por internet todas las cositas que hay...
      Lo segundo, que como no tocará, porque ya nos ha tocado al habernos conocido y ser amigos desde cuando el luigi se teñía el pelo con agua oxigenada, desde que el bicho decía cosas amables, desde que el pepe no pegaba a nadie, desde que el manu no tenía móvil, desde que el goyo se parecía al goyo, desde que tú, geennn, no tenías ni una cana, ni hija, ni perrilla, desde que el negro era mala persona de verdad, desde que el edu se enfadaba por todo, desde que el gallina era persona, desde que el pincha estaba delgado, desde que jordi, el papa mármol, añoraba la Legión,desde que el Amante (aiii, amante) era un niño que ya añoraba desde can serra el vino del Pozuelo, desde que el arturo sabía jugar a basket, desde que el alan, precoz, sabía robar... desde... desde... que os conozco a todos, ya me tocó la lotería...

      Así que brindar a mi salud, pedazo de hijos de puta, que yo lo haré por vosotros a unas leguas-lenguas de allí..

      mil besos, os quiero mucho

      chema robado

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  4. Cómprate una cacharra y al próximo que se acerque a tus cosas...BELLOTAZO

    Lo de los papeles lo has podido solucionar?
    Si tenemos que hacer algo desde aquí danos un toque.

    Un besico primico

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  5. Hola buen hombre!!! Qué tal? Yo q estaba dispuesta a exponerte mis quejas, sobre la entrada tan fría y tan pobre que has hecho sobre Costa Rica; con los lugares tan hermosos q tiene para fotografiar, y sólo se te ocurre hacerle fotos a las tropecientas clases de ranas q hay, y poco más, todas ellas muy monas por cierto. Y voy y me encuentro esto, solo se me ocurre decirte q lo siento ENORMEMENTE, nunca imaginé q todo tu trabajo lo llevases siempre encima.
    Conforme iba leyendo tu entrada, me sentía como si estuviese leyendo una novela, y siempre pensando ..., ahora es cuando lo encuentra, pero por lo q se ve, por ahora todavía no ha llegado ese final feliz.
    Me resulta tan diferente la Costa Rica q tú explicas, a la q yo vi..., incluso recuerdo, q la última vez q estuve, en el grupo había un chico de Bilabo, q se dejó olvidada en dos ocasiones su mochila, con todo su dinero, tarjetas, pasaporte, etc..., una vez en un restaurante y otra vez en un bareto de copas, en la zona del Volcán Arenal, y las dos veces salieron corriendo detrás de él, para devolvérselo, es decir, q todo a cambiado mucho, o q el tal JULIAN para aquel entonces era todavía un crio.
    Bueno Argente y sobre todo, sobre todo, q sigas disfrutando de lo q haces, y q tengas una muy FELIZ NAVIDAD y UN PROSPERO AÑO NUEVO!!!, espero q te rodees en estas fechas de buena gente, para no sentirte tan sólo sin tus buenos amigos, q parece ser q tienes.
    FELICES FIESTAS PARA TODOS/AS!!!!!!

    PD: Y por alusiones, decirle a tu amigo q la palabra "ADMIRADORA" me queda un poco grande, y no me siento nada identificada con ella.

    Ah!! y otra cosa, nunca me hubiese imaginado q tu amigo Luigi le daba al agua oxigenada, q bien lo hacía el tío, pq ni mis amigas ni yo nos dimos cuenta, sería la inocencia de aquel entonces. Una reflexión ¿Quien empezó antes con el agua oxigenada la Pantoja con el Paquirrín, o él? ¿Quien copió a quien?

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    1. Hola Vicki!!! Tú no serás mi admiradora, pero desde ahora yo me declaro admirador tuyo incondicional... por tu tesón, frescura y osadía. Muy bueno eso de que casi casi insultes a mis amigos, eso es señal de los buenos colegios en los que estudiastes...
      A ver si cuando vuelva a casa me escribes y nos tomamos una cerveza para verte la cara, que ya veo que la lengua la tienes afilada.
      Te deseo que pases unas felicísimas fiestas... y cuídate mucho.

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  6. Pa tí igual sí (cosa de la que me alegro),pero el drama no se ha movido ni un milimetro de su sitio.

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  7. Feliz Navidad, mi trotabundos.
    Te quiero mucho...Y te escribiré cuando vuelva Internet.
    Llama a tu madre, anda, desapegao

    FELICES FIESTAS, CUADRILLA! Besos y facilidades para todos para el próximo año.

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