sábado, 3 de noviembre de 2012

DÍA DE MUERTOS... GRAN DÍA



Cuando estaba con Guillem en México, más concretamente en Guanajuato, salimos una noche con varios amigos mexicanos que habíamos conocido en el hostel donde nos hospedábamos. A las 2 de la madrugada de aquella velada de diversión, Guillem y yo ya no dábamos más crédito ante lo que para ellos suponía divertirse y para nosotros representaba un acercamiento directo al surrealismo. Buñuel y Dalí orquestaron en 1929 el cortometraje “Un perro andaluz”, traspasando con esta obra todos los límites de la realidad. Esa noche en Guanajuato, en un momento que tuvimos los dos de intimidad, surgió espontáneamente la idea de que estábamos viviendo personalmente “Un perro Andaluz 2”, dada la falta de lógica a nuestro parecer de todo lo que veíamos.
Pues bien, todo este rollo es para decir que mi experiencia del día de Muertos en Todos Santos Cuchumatán bien podría titularse “Un perro andaluz 8”.
Tras cruzar la frontera de Guatemala de nuevo, esta vez por La Mesilla, llegué a Huehuetenango, donde hice noche para salir al día siguiente hacia mi destino. Un destino, según Miguel, un  tipo cojonudo de San Cristóbal de las Casas que me invitó a comer a su casa y que era amigo de Marco, otro tipo cojonudo que conocí en Playa del Carmen, un destino, digo, que según Miguel, guía turístico, quizá era el mejor lugar de toda Mesoamérica para asistir a la celebración del día de Muertos. Así que, obviamente, le hice caso… gracias a Dios.
Todos Santos Cuchumatán aparece de repente, tras pasar un puerto de 3300 m., apresado entre montañas de exuberante vegetación y abrazado por lo que parece ser una eterna niebla. Está situado a 2500 m. de altitud y fue el último pueblo de Guatemala en entrar en contacto con los evangelizadores españoles, dada su inaccesibilidad y su lejanía. Como todos los otros pueblos ya colonizados habían acaparado por completo el santoral, ya no quedaba ningún nombre de santo sin usar, así que lo nombraron con el de todos, es decir, Todos Santos. Y lo primero, lo más llamativo, es comprobar como sus habitantes, descendientes mayas de la etnia mam, van siempre uniformados con la misma vestimenta, pantalones y camisa de coloridas rayas y un sombrero adornado con una gruesa franja del mismo color rojizo.
El pueblo es poco más que la plaza y algunas calles, así que todos convergíamos inevitablemente en la plaza, los mam y los pocos turistas que nos habíamos avanzado dos días a la celebración. Sin embargo, estaba por allí el señor Calleja…






… grabando el nuevo programa que mezcla viajes y pruebas realityshoweras que próximamente todos veremos en la tele. Obviamente me acerqué a él y a su hermano para hacerme autopromoción, y muy amablemente me derivaron a la directora del programa, una chica buena onda que me atendió, creo yo, con interés.
Pero el pescado se empezaba ya a cocer por otros lugares; por cualquier esquina del pueblo comenzaban a sonar las marimbas, el instrumento nacional guatemalteco que emite un sonido hipnotizador y adictivo, doy fe de ello tras pasar cuatro días con este permanente hilo musical…





Todo olía ya a fiesta, aunque no imaginaba lo que estaba por llegar. La plaza era un hervidero y me sorprendió ver que habían colocado varias telas que actuaban como falsos paisajes de fondo para que la gente pudiera hacerse una fotografía aparentando estar en otros lugares de ensueño: una pradera llena de vegetación con un caballo en primer término, un lago de agua turquesa que desagua una maravillosa cascada y… y una estampa típica de Nueva York, en la que emergen, entre otros, el Empire State Building y el Chrysler Buiding, con una gran bandera de USA y un avión de la ¿British? que parece representar el sutil pero evidente deseo de gran parte de este pueblo de emigrar hacia el Dorado. 
Decidí bajar al cementerio para conocer, vacío y en silencio, el lugar que tres días más tarde iba a ser invadido por todo el pueblo para celebrar esta increíble fiesta. Allí, en la entrada, conocí a Antolín, un tipo que sin yo saberlo se iba a convetir en una pieza fundamental y omnipresente durante mi estancia en su pueblo. Me invitó a acompañarle a la tumba de sus padres y, casi obligado, me senté encima de su madre y él de su padre. Acto seguido sacó una botella de quetzalteca, un aguardiente de maíz también omnipresente, y allí brindamos por ellos, explicándome lo que para los mam significa la muerte, tan diferente a nuestra concepción. Después lloró un rato, principalmente por su madre, y tras la catarsis volvimos a echarnos unos tragos. Sin embargo, más sorprendente que esto fue la imagen increíble que ofrecía en su conjunto el cementerio, difícil de trnsmitir en foto...



... por decirlo de alguna manera, era, como el sonido de la marimba, coloridamente hipnotizador..



... y ví cosas sorprendentes como estas...



... tumbas pintadas con la bandera de USA, explicando que el yacente había muerto intentando conseguir la riqueza en el Norte y, según me dijeron, de una de las dos maneras más comunes: o intentando llegar o, habiendo conseguido el sueño, por las peleas que se generan entre ellos cuando se dan al "trago".
Puedo decir que lo entendí más tarde, ya que los mam idolatran a los USA. Esta gente hablan en mam y muchos de los jóvenes, no digamos los adultos, casi no saben hablar español. Sin embargo, aprovechan cualquier oportunidad para acercarse a ti y decirte, orgullosamente, algunas palabras en inglés, a pesar de saber mi origen. Descubrí que en ese pueblo había un enorme deseo de demostrar que habían estado en USA o, que al menos, lo querían conseguir. Antolín, por ejemplo, quien ya lo había conseguido hace 19 años, decía que era de Michigan y se empeñaba en hablarme en inglés, aunque yo no le dejaba.
En la puerta del cementerio tenía un puesto de venta de flores y candelas la madre de Alfredo y Alejandro... aquí aparecen los tres junto a su otro hermanito...



... el padre no aparece porque no está. Me pidieron que les hiciera esta foto porque no tienen ninguna de la familia. Desde hace cinco años, el padre vive en Oakland, al lado de San Francisco, y parece ser que no envía el suficiente dinero. Tanto Alfredo, a la izquierda, como Alejandro, a la derecha, son dos candidatos a acabar dentro de unos meses en esos féretros escandalosos que ahora mismo tienen a unos metros de distancia. Ambos han decidido ya intentar colarse en Estados Unidos, sabiendo lo que se juegan. Ambos eran increíblemente amables y educados, estuvimos como 2 horas conversando y la conclusión que saqué, confirmada posteriormente por su madre, era que si se quedaban en Todos Santos no tenían dinero para seguir estudiando, y si se iban y conseguían cruzar, no podrían estudiar pero ganarían dinero. Su madre me dijo que tenía mucho miedo de lo que les podía pasar y, con la contradicción en sus ojos, se decía a ella misma que si no era así no había dinero para estudiar ni para nada y el futuro que les esperaba era azul oscuro casi negro. Toda la familia vivía de este puestecito de flores. Estas dos almas cándidas de 18 y 20 años estarán dentro de unos meses atravesando todo México, dos niños completamente inocentes que se jugarán la vida para intentar acabar con la necesidad, la lacra de toda esta tierra.


Tras esta larga visita al cementerio, subí de nuevo al pueblo y conocí a Paolo, un tipo de Milán que miraba de la misma manera que yo y con el que he compartido unos días inolvidables. Solo decir que lo conocí porque me invitó a los 10 céntimos de euro que valía entrar a mear a los únicos lavabos del pueblo, que ya os podéis imaginar cómo estaban.
Por la noche nos fuimos colando en todos los lugares donde la marimba avisaba de que allí sucedía algo. Y lo que sucedía era que el pueblo entero estaba empezando a ponerse borracho para no dejar ese estado durante los tres próximos días. Al son de la marimba bailaban también los jinetes que a la mañana siguiente iban a participar en la carrera de caballos que ha dado fama al lugar. Antolín, que estaba con nosotros, conocía al tipo en cuyos terrenos estaban durmiendo los caballos que a la mañana siguiente iban a ser también los protagonistas. Así que nos invitó a verlos y allí, cociditos de quetzalteca y enfrentados en silencio a un ejército de caballos, "el perro andaluz" ya iba por el 5. Descubrí, entre otras cosas, que los caballos duermen de pie y que solo tocan el suelo cuando caen o cuando mueren. Importante.

Al día siguiente, la carrera de caballos me mostró el lado más real de esta fiesta. Todo en su conjunto es macabro, excéntrico, mágico y, ante todo, un ritual de comunión. Quizá he necesitado los tres días para llegar a entender un poco el sentido de esta increíble celebración. La carrera de caballos, más que carrera, es una carrera de fondo, nadie ha de llegar el primero, solamente se trata de sentir el placer de cabalgar, exaltado por la ingente cantidad de alcohol que llevan en el cuerpo. Estos jinetes se han pasado toda la noche bailando al ritmo de la marimba y bebiendo con frenesí, completamente entregados al placer de emborracharse y danzando un baile cautivador y repetitivo, hermanándose en rituales silenciosos ya que, entre otras cosas, son incapaces de pronunciar dos palabras seguidas…
Estos jinetes que no han dormido en toda la noche son los que a las 8 de la mañana comienzan a cabalgar un tramo de unos 200 metros aprox. de lado a lado, sin más objetivo que agotarse y agotar a los caballos, auscultados por todo el pueblo que se hacina tras las rudimentarias vallas para contemplar cómo, inevitablemente, los jinetes van cayendo de los caballos a causa del cansancio y, principalmente, de la borrachera… cada año hay muerto o muertos, en plural, pero lo sorprendente es que en el pueblo se espera que al menos un jinete fallezca pisoteado por los caballos, ya que ese año la cosecha de maíz mejora notablemente… esto es el espectáculo en sí, repetido mil veces...





Como es de imaginar, desde  las 8 de la mañana hasta las 12, cabalgando sin descanso, son pocos los que no dan con el cuerpo a tierra. Cada vez que eso pasa, un griterío extraño se apodera de los espectadores en el que es difícil de descifrar la parte que corresponde al temor y la que pertenece a la alegría…

Este jinete consiguió salir relativamente ileso de una caída... fijaros en los tres gringos que le aplauden, eran los únicos que se atrevían, junto a nosotros, de permanecer por las calles más tarde de las 10, la hora a partir de la cual se suponía que se corría serio peligro si estabas cerca de una marimba...





Tras 2 horas de descanso vuelven a cabalgar, pero ahora ya los jinetes vienen más frescos, aunque igualmente borrachos, y la carrera se ameniza con la incorporación de un gallo al que un jinete agarra por el pescuezo mientras cabalga velozmente. Cuando el gallo, estrangulado y exhibido arriba y abajo, ha muerto, entra otro de repuesto y, acompañado de gritos de júbilo, el gallo comienza de nuevo a cabalgar por primera y última vez en su vida, con una fuerte mano apresando su largo cuello, aleteando las alas en un intento de escapar de no sabe qué… de no sabe dónde…
Una vez acabada la carrera a las 5, ahora ya sí que llega el momento de entregarse a la bebida. Las marimbas suenan por todas partes, rodeadas siempre de hombres mam en pleno proceso de descomposición mientras que las mujeres los contemplan desde las orillas de las calles, apiñadas, sentadas en el suelo, observándolos con un rostro hierático en el que también es difícil de descifrar cuánto comparten gustosamente de la tradición o cuánto la deploran. Este es el aspecto que presenta todo, absolutamente todo el pueblo...


...las calles se van llenando poco a poco de hombres tirados por el suelo, ensangrentados a veces por el impacto de la caída, a los que nadie recoge, a los que todo el mundo mira, incluidos los turistas, con la más pura normalidad… las cantinas improvisadas se llenan de los que todavía aguantan en pie, danzando un baile imposible, lento a veces, espasmódico otras, para llegar al último deporte practicado en esta festividad: darse puñetazos o, en algún caso, botellazos. En todos los lugares en los que hay música siempre hay peleas rápidas, como escaramuzas, en las que varias personas se dan unos cuantos golpes, pero el hecho de que todos vayan tan bebidos convierte este espectáculo agresivo en algo relativamente cómico. Y cuando la cosa ya se pone seria y se van a la botella, siempre saltan algunos a separar a los contendientes los cuales, tras unas miradas de escueto rencor, continúan bailando y bebiendo, intentando no pisar a todos los cuerpos que yacen completamente vencidos, en posiciones que recuerdan a muñecos articulados. Creo interpretar estas peleas como una parte más del ritual, de la violencia intrínseca de esta celebración en la que la hipotética alegría de una fiesta no se percibe por ningún lado. Más bien, una frialdad, una seriedad, una sobriedad, empaña todo el ambiente de la misma manera que la niebla se apodera del pueblo.
Y al día siguiente se celebra propiamente la fiesta en el cementerio. Esta es la misa...



 ... tras ella, cuando nosotros ya nos íbamos, comenzaban a llegar al cementerio las marimbas para pasar todo el día bailando y bebiendo, acompañando a los muertos en un ritual que se viene celebrando desde hace siglos. Aquí se venera a la muerte porque, principalmente, el muerto ya ha dejado de sufrir.
A las puertas del cementerio, calentaban motores...


Estos fueron los últimos momentos en Todos Santos, esta la música que seguía sonando en mi cabeza cuando ya me alejaba de aquel indescriptible lugar. Rememorando las imágenes, las fotos mentales, como decía Paolo, que presencié esos días, se me hace difícil entender el sentido, el significado de esa tragedia organizada y meditada, de esa entrega confiada a la perdición, a la locura colectiva. Y solo puedo pensar en lo que debe de ser la vida de estas personas, gentes sin ningún tipo de esperanza, cuyo único lazo a la vida es la dimensión de la milpa en la que cultivan el maíz, su único dios real… personas que esperan todo el año que lleguen estos días para escapar de la dura realidad diaria, y quizá, solo quizá, la desenfrenada entrega a esta locura responda proporcionalmente a la insistente crueldad con la que la vida siempre los ha tratado y seguirá tratando.

Seguramente esta mirada....


... mantendrá, a pesar del color, la misma tristeza a lo largo de toda su vida, convirtiéndose en algo así...


Solo puedo decir que estos días en Todos Santos han supuesto una experiencia increíble, por lo inesperado, y en la que, a pesar de todos los pesares, he sido recibido con una amabilidad que en muy pocos lugares había percibido jamás. Además he conocido a gente maravillosa, auténticos navegantes.
Ahora estoy en Quetzaltenango y mañana me voy a subir el Tajumulco, un volcán de 4200 m. que es el punto más alto de toda Centroamérica. Voy con un grupo de cinco personas en una caminata de dos días, haciendo noche a 3800 m. El transporte, el guía, la comida y toda la infraestructura cuesta 40 euros. Esto es Guatemala. Esto está saliendo bueno...
Un beso muy grande y hasta la próxima.

14 comentarios:

  1. Impactado negrata!!!!!asi te noto en esta entrega,cautivado y afortunado a la vez,como siempre interesantisimas experiencias las que cuentas,como seran las que te reservas,suma y sigue negro.besos y abrazo.

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    1. Hola super negro!! Como supondrás, algo de lo que vi en el pueblecico este me sonaba familiar...
      Un beso gordo

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  2. Increíble me parece beber hasta perder el sentido, no lo entiendo de verdad, que salvajismo. Nunca he visto algo parecido. En fin la de cosas que estás viendo tío. Un abrazo

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    1. Aiiii, Alain, qué rebelde eres, señorrrr...
      UN beso gordo, anyway..

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    2. Ahí está la pequeña aplicación para ver tu blog, no viene a ser más que un enlace pero bueno al menos funciona:
      https://play.google.com/store/search?q=Vngsoft
      Venga enano, te felicito, en serio, por todo lo que estás viendo y aprendiendo.

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    3. Gracias, Alain, por tu esfuerzo... parece mentira lo que uno puede llegar a hacer... te felicito.
      Solo una pregunta... para hacer el andoi este, ¿hay que tener moden?
      Un besazo, amigo

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  3. Amante, qué bailes, qué movimiento de caderas, qué gozada chico !!! Eso si, yo me quedo con los atuendos, esos pantalones rojicos y esas botas amarillas, como me ponen !!!! Y lo de beber, pues bueno, tampoco es para tanto...yo pensaba ver algún jinete ensangrentado...

    A seguir así, un muerdo gordismo y unos pocos tocamientos, que ya te tengo ganas !!!

    Besicos Amante

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    1. Amante, ya te digo que tú con tus andares y tus poses hubieras confundido a todo el pueblo, más de uno se hubiera replanteado su condición sexual... eso sí, hubieras triunfao seguro, porque iban ciegos perdidos y lo mismo les daba maño que maña.
      Y respecto a la bebida... como nunca, amante, como nunca, créeme... sin talento
      Ah, y he estado a punto de fenecer y ni una sola pregunta, ¿eh?
      Ala a cascala..

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  4. Gennnnn como se nota que cuando te juntas con indigenas como tu estas a gusto... siempre te pasa lo mismo.
    La verdad es que yo tambien esperaba un poquito de sangre, pero bueno, curioso lo es.

    Yo he estado en puretas que habia gente mas borracha que esos hombrecillos que salen en el video.

    Cuenta algo de las dos rubicas de la foto....indigenas no eran...

    Un beso gennnn, que te quiero..... Rema despacio pero Vigila mas.

    Arturo, Alan, Fresss un abrazo amigos.

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    1. Lo primero.. no utilices mi blog para saludar a nuestros amigos... gástate el dinero y les llamas, perro rácano catalán.
      Lo segundo: yo también te quiero mucho.
      Tercero: no veas con la sangre, todos queréis ver muertos, coño¡
      Cuarto:nada que ver con el pureta, esto está mucho mejor organizado. Todos eran como el negro y el edu, auténticos talibanes...
      un beso gordo para tu hija y otro para ti...
      Oye, ¿la perrica vive todavía?
      adios, gennnnn

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  5. Niño!

    En Tajumulco también ha tiritado la tierra?
    Dite algo, anda, aunque ya sabemos que tú de morir no estás.

    Un beso que te dure hasta el lunes.

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    1. Hola súper... ya ves que no ha llegado mi hora. Todo sigue conforme a lo previsto, viviendo.
      A ver si me escribes, cacho perra, y me cuentas cosinas.
      Y si te encuentras al viejo por la calle, no le saludes, que está muy mal...
      Aios, un beso gordismo

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  6. enano , estoy con el viejo ............ ya no te acuerdas de las hazañas etilicas y belicas de los puretas ( esto de estar a miles de km. hace que no recuerdes hechos historicos )
    los pequeños hombres de pantalones a rayas deben de estar mas por su cultura que bien vale la pena , y dejarse de tanto aguardiente peleon .
    cuidate enano de los cojones.

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    1. Cierto es que ninguno de los todosanteros llegaba a los extremos de algunos participantes del pureta que he presenciado... por ejemplo, seguro que nadie hubiera dicho 3 veces seguidas Simonsen...
      A ver si escribes como tú sabes, el único gran vijaero de todos mis amigos... ahora varado... ejem
      Un beso, lindísimo y escríbeme largo, cabrón
      y dile a tu hermano que estoy vivo

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